Escapando de aquel mundo

La pálida luz de la luna, cae sobre el oscuro bosque donde ya duermen todos aquellos seres que no son de luz, las hadas despiertan y buscan en cada rincón el dulce néctar de las flores bañadas por los reflejos del sol sobre la luna... pequeñas, pálidas y relucientes lucecitas alumbran todo el lugar, vuelan hacia allá y hacia acá siempre buscando las flores que dan vida eterna al bosque de aquel lugar...

Mientras tanto ella es la única que no duerme, la única de las criaturas que despiertan con los rayos del sol, mantiene los ojos abiertos, decidida a buscar a aquel hombre que la intriga a aquel que con su recuerdo no la deja dormir, no la deja cantar, junto al rió se prepara para salir, al fin dejar atrás ese rincón en el que ella siempre ha vivido...

A hurtadillas decide escapar, en silencio para no despertar a sus compañeras o cualquier otro ser, en lo mas sombrío de la noche para no ser sorprendida ni perseguida por algún fauno con sed de placer, sin mas ni mas decide escapar de ese mundo tan cruel, decide escapar de esa monotonía rutinaria, no quiere seguir escuchando a las sirenas presumir de lo que no tienen, ni a los gnomos quejarse de su desdicha por ser pequeños y feos, esta harta de ver que todos trabajan de la misma manera todos los días, sabe que extrañara a las aves, a los conejos, las flores y los sabios arboles, pero esta decidida a saber que es lo que le pasa... ¿por qué no puede sacar de su mente a aquel caballero? ¿por qué...?

¡De repente!, oye el pequeño tintinear de las hadas que curiosas quieren saber a donde va, aunque lo intuyen y tratan de advertirle lo peligroso de sus acciones, ella hace caso omiso y decide partir, ahuyentadoras con la briza del agua suspendida en aire en forma de rocío... no esta dispuesta a permitir que nada ni nadie la detenga, usa sus suspiros y sus murmullos para alejar a esas entrometidas que no tienen otra cosa que hacer mas que volar por ahí... jugueteando con el polen y las hojas en el suelo...

¡Dejadla en paz! señoritas, ella esta decidida a irse y no va a volver hasta que haya cumplido con lo que se ha prometido, encontrar a aquel que la ha cautivado sin haberla visto y sin haberle hablado... ¡Dejadla ir!