domingo, 5 de mayo de 2013

Céltica: Una nueva imagen para la Ninfa

Las clases comenzaron en aquella pequeña cabaña donde la Ninfa ahora se encontraba, con una apariencia distinta, una apariencia de la que nadie parecía reconocerle, ni ella misma podía hacerlo... algunas veces cuando pasaba junto al espejo se sorprendía o incluso se asustaba pensando que alguien la había descubierto... Ahora su piel era de un tono más blanco y claro debido a la poción que mística le dio hacia unas semanas atrás, ahora vestía prendas de hermosa seda con las que ella se sentía incomoda, pues no estaba acostumbrada a usar otra cosa que no fuera a base de agua y aire.
Mérida que era su nueva amiga, le enseño todo lo que pudo, le enseño a hablar, a escribir, a comportarse como una dama y también le enseño otras artes, la Ninfa aprendió danza, pintura y literatura; pero para sus compañeras nada era más hermoso que su prestigiosa voz, todos se preguntaban como era posible que una mujer tan delicada pudiera tener una voz tan potente y al mismo tiempo tan frágil, simplemente era maravillosa...
Pasaron pocos meses antes de que ella pudiera expresarse con toda fluidez a través del habla y aunque aprendió el lenguaje musical que se usaba en la aldea, ella siempre prefirió cantar en su propia lengua. Por fin Mérida pudo entenderse con ella y comenzó a preguntar todo lo que le intrigaba a esa chica: 
—¿Cuál es tu nombre?
— Céltica. —respondió la hermosa chica
— Es un nombre extraño aunque hermoso y único... y de ¿dónde vienes?
— Del norte. —dijo la Ninfa sin saber el nombre de las ciudades 
— Esa lengua que hablas de ¿dónde proviene?, jamas la he escuchado —dijo Mérida algo intrigada
— Es una lengua muy antigua que solo se habla donde nací, la verdad es que no recuerdo muchas cosas, he viajado por mucho lugares y el accidente del barco también me bloqueo un poco —replico la Ninfa esperando no ser descubierta.
— Bueno no te preocupes, ya recordaras —dijo la chica de cabellos dorados —mientras tanto aun tienes que aprender algunas cosas antes de ir a la corte, así que en unos días saldremos al pueblo, por ahora debes descansar 
Céltica se sintió dichosa de saber que al fin saldría de aquella casa, pues había posibilidades de encontrarse con el hombre al que buscaba.

miércoles, 1 de mayo de 2013

Mérida

Despertaba la chica que fue encontrada en la playa, parecía que habían pasado días desde que las sirenas intentaron matarla, en realidad solo habían paso un par de horas, descubrió que la herida de su pie provocada por las aguas saladas había desaparecido por completo, sabía que se la habían lavado con agua dulce, lo que la sano de inmediato aunque le preocupaba que las personas que la ayudaron pudieran sospechar los orígenes de su naturaleza.
Aquel lugar en el que ella se encontraba no le parecía nada familiar, era como estar encerrada en una especie de mazmorra, estaba hecha de rocas ensambladas y dentro había un sin fin de cosas que no le eran familiares, o al menos no como ella las conocía pues si distinguió distintos tipos de madera: arce, pino, sauce... todos con diferentes formas, se dio cuenta que descansaba sobre un material extraño que era suave como el algodón pero era enorme, y vio que justo enfrente de aquel cobijo una especie de lago vertical en el que veía su nuevo reflejo; todo era muy extraño para ella.
Momentos más tarde una hermosa mujer entro a la habitación, tenia el cabello dorado como el sol, y vestía un hermoso vestido blanco, su ojos eran azules como el océano y su piel era clara y suave como la seda, ademas adornaba su cabello con piedras preciosas de distintos colores, usaba otro par de esas bonitas piedras en colgando de las orejas y otras adornaban delicada y elegantemente su cuello, aquella mujer le sonrió y le dijo algo que ella no puedo entender:
"¿Te encuentras bien?", pregunto la desconocida a su visita inesperada, pero está no respondió, y la mujer volvió  preguntar, pero lo único que recibió por respuesta fue un sonido extraño que ella no entendió; no estaba segura de si eso era una palabra o no y dijo "No hablas mi idioma ¿Cierto?, bien soy Mérida una dama de la corte del rey y pertenezco a la casa de la reina, supongo que tu necesitas aprender algunas cosas y tal vez así puedas entrar a la corte también, veamos ¿Tienes algún talento?", pero la chica que fue encontrada en la playa no respondió, la mujer tomo un pincel y le mostró una pintura diciendo al mismo tiempo que balanceaba el pincel, "¿Pintas?", la hermosa y frágil chica tomo el pincel y lo único que logro fue hacer unas grotescas manchas, "No" respondió la mujer, pidió a una des sus compañeras que tocara la flauta y a su vez tomo la mano de la delicada criatura y dijo "entonces bailas", trato de hacerla bailar pero lo único que consiguió fue hacerla tropezar "Tampoco" menciono la damisela, "probablemente tejas" y dándole una aguja e hilo la observo llegando a la conclusión de que ese tampoco era su talento ni su oficio, ya que se pincho muchas veces los dedos, "Tal vez poesía" pero la hermosa dama no puedo leer ni una sola letra de aquel libro que le otorgaron. Después de unos momentos la delicada mujer que provenía de la aguas escucho un delicado sonido que parecía provenir de la habitación continua, ella se asomo para ver que otra de las damiselas cantaba una bella canción. Una vez que esta hubo terminado se acerco a aquel instrumento de magnifico sonido le hizo una seña al joven que lo tocaba como si quisiera que volviera a hacerlo, esté que extrañado por aquella joven entendió el mensaje volvió a tocar, y ella con esa hermosa voz cristalina como el agua interpreto magníficamente una canción que estaba en una legua completamente extraña para todo ellos.
"¡Cantas!" exclamo la doncella, "bueno tenemos mucho que trabajar ya que no hablas nuestro idioma y por lo visto, no lees ni escribes así que tenemos que hacernos entender, ven conmigo que yo te ayudare para que seas una dama digna de ir a la corte"... La Ninfa no entendía nada de lo que esta mujer le decía pero sentía que podía confiar en ella antes de encontrarse con la persona que vino a buscar.